lunes, 19 de septiembre de 2011

Cumplir los horarios

Buenos días!

Ya se ha acabado el fin de semana y volvemos a la normalidad, los lunes siempre son duros pero bueno mucho animo para todas y que tengáis una buena semana.

Este fin de semana ha sido movidito, ya que no hemos parado de hacer cosas, pero siempre intentando respetar los horarios de los mellizos. Es bastante difícil compatibilizar el horario de los peques con otras cosas, pero siempre se consigue o por lo menos se intenta, para que no pase lo que nos pasa siempre que no cumplimos los horarios a los que están acostumbrados. Lo que nos pasa es que cuando no cumplimos lo que ellos tienen ya por costumbre es que llegan cansados y nerviosos a la hora de la cena y no cenan bien ni por supuesto conseguimos que duerman como lo hacen entre semana.

Supongo que a muchas os parecerá egoísta tener unas pautas para ellos e intentar que no se salgan de ellas, pero a mi la verdad es que me pasa al revés, me da muchísima pena que por mi culpa, por no respetar sus costumbres luego acaben cenando mal y muy nerviosos a la hora de irse a la cama. Y no porque no puedan dormir y lloren, porque eso al fin y al cabo lo solucionamos con un poquito de mimos y un bibe calentito, sino porque ellos se encuentran mal.

Ahora que van a la guardería tienen unos horarios muy adquiridos, por ejemplo se levantan pronto da igual que sea entre semana que fin de semana, luego juegan hasta las doce y media que es su hora de comer y sobre la una menos cuarto ya se les están cerrando los ojitos para hacer su siesta de la tarde, hasta las dos y media mas o menos, o incluso un poco mas si están muy cansados. Así que el fin de semana continúan igual, y si intentamos alargar la hora de la comida en realidad lo que conseguimos es que no coman bien, ya que a mitad comida empiezan a tener sueño y las ultimas cucharadas las toman ya con los ojos cerrados o directamente no las toman porque les puede mas el sueño que el hambre.

Lo mismo pasa por la tarde, están acostumbrados a cenar a las ocho de la tarde, luego baño, un poco de juego en la cuna y a las nueve luces apagadas y a dormir, si no seguimos esa rutina, conseguimos que no cenen o que cenen fatal y que se vayan súper nerviosos a la cama, con lo que eso supone, que no puedan dormir y aun se pongan mas nerviosos.

Así que intentamos cumplir los horarios y si tenemos algún compromiso familiar nos disculpamos y decimos que antes de las dos y media no podremos llegar, así los peques ya han comido y han dormido, con lo que llegan al sitio de lo mas contentos y simpáticos. Porque sino han dormido llegan cansados, llorosos y con ganas de bracitos porque no tienen ganas de nada ni tampoco tienen ganas de que nadie juegue con ellos.

Con esto quiero deciros que para nosotros el tema de los horarios desde que van a la guardería y han adquirido un ritmo muy bueno es algo imprescindible. También es verdad que muchas veces tenemos que dejar de hacer cosas para que ellos puedan seguir su ritmo, pero la verdad es que eso no nos importa mucho ya que tenemos claro que ahora lo primero son ellos y su bienestar.

Hasta aquí la entrada de hoy! Un beso y hasta mañana!

1 comentario:

  1. Aquí otra fanática de las rutinas y horarios, desde que nacieron, nos hemos acostumbrado a seguirlos y, desde luego, al cabo de tres meses, estoy super contenta de hacerlo así. Mis peques se duermen por la noche fenomenal, pero día a día, religiosamente, seguimos la misma rutina que es la que les va bien a ellos. Hemos pasado un finde fuera, han venido amigos a casa y todo ha salido muy bien gracias a que hemos respetado siempre los horarios. Si eso implica no poder a ir a un sitio o que lleguemos a otra hora a otro, me da igual, porque veo muchas más ventajas en cumplir su horario y ver que ellos están mejor así.
    Yo tb me siento culpable si no se cumple y además que el resultado suele ser desastroso.

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